El arte y la cultura hondureña aún recuerdan con tristeza el fatídico incendio de noviembre de 2017 que devastó el Museo del Hombre Hondureño, ubicado en la histórica Casa Ramón Rosa. Desde entonces, el lugar ha permanecido en ruinas, un recordatorio silencioso de la riqueza cultural que albergaba.
Sin embargo, tras años de incertidumbre, una noticia alentadora da nueva vida a este proyecto. En enero próximo, se dará inicio a los trabajos de restauración del edificio, comenzando con la recuperación de su emblemática fachada.
Un Proyecto Impulsado por la Fundación
El presidente de la Fundación para el Museo del Hombre Hondureño, Jorge Aguilar Paredes, anunció que los trabajos comenzarán gracias a donaciones. “Con estos recursos, iniciaremos la restauración de la fachada principal,” comentó Aguilar, refiriéndose a la parte del edificio que da hacia la avenida Cervantes.
El proyecto dependerá de la disponibilidad de fondos, y si se consiguen más recursos, se abordará también la fachada posterior, ubicada frente a la avenida Paz Barahona.
Retos Financieros y Apoyo Insuficiente
Desde el incendio, han existido varios intentos por recuperar este espacio cultural, pero la falta de apoyo gubernamental, en particular de la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras (Secapph), ha sido un obstáculo significativo.
Aguilar hizo un llamado a las autoridades para que se sumen al esfuerzo. “Es necesario que las instituciones gubernamentales involucradas asuman su responsabilidad y actúen,” exhortó, subrayando la importancia de preservar el patrimonio cultural.
Afortunadamente, las piezas artísticas que formaban parte de la colección del museo no se vieron afectadas por el incendio. En aquel entonces, las obras estaban resguardadas en otros espacios, ya que el siniestro ocurrió poco después de una restauración previa del inmueble.
Una Segunda Oportunidad para la Cultura
La restauración del Museo del Hombre Hondureño representa un esfuerzo por revitalizar un símbolo del arte y la historia del país. Con el inicio de las obras, se abre una puerta hacia la recuperación de un espacio que una vez fue el corazón cultural de Tegucigalpa.
